Niños, llegó la Feria!

Corrían los locos ´60. Los fuertes '60 de los Rolling Stones, de los Beatles, de Ravi Shankar, del flower power, del Di Tella, de Jimmy Hendrix, de la primer guitarra de Cortazar, de Castaneda y su Don Juan, de Henri Miller, de Dylan, de los happenings, de Jackson Polliok, de Woodstock, del velódromo, de "hojas de hierba", del mayo francés, Moris, Tanguito, de la toma de facultades, de la "noche de los bastones largos", de Onganía.

El magma de la tierra madre estaba gestando la lava de sangre que nos cubriría 10 años después. Y uno no quería perderse el tren...

E intentaba por todos los medios ser un hippy... aunque fuera de Caseros o Constitución. El circo andaba por Corrientes, por Florida, en la cuadra del Di Tella, y de la galería del este. Hubo allí unos locos (los picapobres, los cronópios) a los que se les ocurrió enfrentarse a la producción industrial con cosas hechas a mano. y uno no quería perderse el tren...

Allá se consiguió un cacho de metal, un recorte de cuero, o unos clavos de herradura o cualquier cosa... uno los llevó a casa, cazó unas herramientas caseras y comenzó a maltratar aquellos materiales, pretendiendo que obedecieran y tomaran las formas deseadas. se cincelaba con clavos y destornilladores. Se hacían cadenas con pinzas de electricistas. Se pulía con virulana. pero uno no quería perderse el tren...

Y así uno perpetró una serie bastante importante de objetos. Hubo excedentes a pesar de los regalos a tías mimosas, cuñadas queridas, compañeritas de la belgrano, amiguitas deseables y demás tranzas. Entonces surgió la pregunta: -¿Qué hacer con esto?... La respuesta llegó pronto. Con motivo de los festejos de la semana de Buenos Aires, se abría una feria en Plaza Dorrego (San Telmo). Averiguar como venía la mano, gestionar el permiso correspondiente (provisorio aún), y el domingo, bolsita del minimax, con manta y todo el bagaje de "piezas únicas" bajo el brazo. Acá la cámara se detiene. Cuadro fijo. Hito en la historia de uno. Debut o desfloración. Y a uno lo vacunan como "artesano" . Ya ningún domingo sería igual. Como el "mal de junco", el "mal de feria".

Luego vendrían los devenires del destino. Uno, humano al fin, se junta, se separa, procrea, hace caca y pis, va y viene... hasta puede llegar el caso de que uno, en un rapto de ¿locura?, abandone la feria, intente con otras actividades, aprenda nuevos oficios, abra cadena de negocios, pruebe ser empresario, pintor, astronauta o polizón. Pero nada que hacer. Los domingos ya no son iguales. El virus del "mal de feria" está inoculado. Y por esto del ajuste. O por aquello de que del polvo venimos y al polvo volvemos. O porque uno sigue corriendo aquel tren. O por que a uno lo vacunaron en los '60. Nada menos que en los '60... y todos sabemos que los '60 fueron muy fuertes.

Horacio Ferreccio- Artesano

Fuente: http://www.losartesanos.com/editorial/plazafrancia.htm