lunes, 24 de marzo de 2008

La Mente, La Historia, Los Ponjas y la Magia del Tango

Las ideas pasan a mil kilometros por mi mente. Tan rápido, que no se como escribir. Capaz no escribo ahora.

Me gusta escribir. Creía que lo hacía bien. Pero veo el talento de otros, una descripción maravillosa, la palabra correcta, el adjetivo justo, la atmósfera indicada.


¿Para qué? Es tarde... Es uno de mis momentos de silencio, cuando me gusta estar solo. Viajar por la autopista de la mente y desenchufar lo demás: el partido del domingo, la facu que esta por comenzar, los amigos, hasta la hora...

Y pienso en las cosas que me gustan. Un poco en mi futuro, tema que no me suele importar. Recuerdo la discusión de historia en la plaza. ¿Eso es lo que me gusta? Sí, me apasiona creo. Al menos estoy muy entusiasmado.

Fito Paez escribía en "Un vestido y un amor" una frase hermosa que me salto a la memoria: "... hay cosas que te ayudan a vivir, no hacías otra cosa que escribir". Capaz la saque de contexto, pero así me vino ya.

Eso hago. Porque me gusta. No importa de que.

A la tarde estaban pasando "El último samurai". Mil veces vista, igual de cautivante. Una cultura trabajadora, con una filosofía moral increíble, una búsqueda espiritual inmensa, una auto conciencia como pueblo impresionante y un honor inquebrantable.

¿Somos lo que somos? ¿Somos lo que hacemos? ¿Hacemos que las cosas pasen o las cosas nos pasan? Una película argentina preguntaba: ¿Sos de los que empuja o los que fluyen?

Así es. Bueno en momentos, en otros no. Somos lo que hacemos. Responsables de nuestros propios actos.

En un mundo de perspectivas y relatividades, todavía se encuentras cosas absolutas... ¿o será sólo para mí?

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