viernes, 5 de diciembre de 2008

Menu a la Carta

Hay dos cosas que creo que son las que puede hacer cada uno para sentirse realizado. Dos actividades que te llenan. Una es transmitir. Enseñar, que es a lo que me gustaría dedicar mi vida. La otra es la capacidad creadora. Desde pintar un cuadro hasta hacer un edificio, desde cocinar hasta tirar un caño. Además, creo que escribir es la más completa, porque tiene elementos de ambas. Creas y transmitis.

Enseñar y poder despertar el interés en el otro, me parece la máxima aspiración que puede tener un profesor. Tarea compleja en un país con la educación tan devaluada. Espero poder cumplir yo con ese objetivo.

La creatividad me falta bastante. Hace poco venía pensando en esto sin saber que tenía destino de blog: ¡Que increíble que haya gente que transforma verduras y carnes en alimento, algo básico para que podamos seguir viviendo! Por supuesto, yo soy un cero a la izquierda en las cuatro paredes de la cocina. Pero puedo ver lo bien que debe sentirse una abuela que cocina para la familia reunida, la madre para sus hijos o simplemente calentarle la mamadera a un bebé.

Ayer hice un asado en casa para mis viejos y mi hermano. Siempre me gustó estar en la parrilla y ayudar, pero es la primera vez que hacía todo yo completamente sólo. Y volvía este tema a mi mente. Un pedazo de carne cruda (que antes fue un animal, lo sé) con el calor se transforma en una carne agradable para comer. Sin palabras.

Gracias vieja por cocinarme tantos años y por pasarme el gusto por la docencia!

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