Yo no suelo destacarme mucho por mi creatividad. Pero estoy pasando por un momento creativo: volví a retomar mi gusto por la escritura y le estoy poniendo pilas a lo musical.
Jamás estudie ningún instrumento; sólo un poco de teoría, que me sirvió mucho.
Toco la armónica y el teclado. En realidad, es una manera de decir, porque no soy bueno. Por lo menos, trato de tocar sólo para mí.
Una razón de la creatividad, creo yo que es la bronca. Me pasan muchas cosas que me desconcentran, que retengo, no exploto. Escribir es una forma de catarsis, como la música. Otra puede ser el fútbol.
Ahora quiero aprender guitarra. Nunca lo entendi, aunque parece fácil porque muchos aprenden solos. Es un lindo desafío.
En eso se parece a la armónica. Cualquiera que jamás toco debe pensar que es muy fácil, pero no lo es. Tiene técnicas para obtener notas que no están en la escala natural y cuesta aprenderla. También es un instrumento que no ves donde estás tocando. Tenes que tomarle la mano (o el labio) a los agüjeros para poder subir o bajar las notas. Es uno de los pocos instrumentos de vientos que puede tocar acordes... eso si es sólo para virtuosos.
Estoy totalmente enamorado de ese pequeño rectángulo ruidoso. Imaginate si tocara bien!
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